De un tiempo a la fecha, la oferta de bares y restaurantes en nuestra ciudad se ha incrementado. En este escenario, el Pub Irlandés St. James es un lugar que se ha destacado por su elegancia y sencillez, pero sobre todo por ofrecer una amplia lista de cervezas nacionales, importadas y artesanales. En sus inicios, este bar se ubicaba en un pequeño local sobre avenida Independencia y avenida Luis Donaldo Colosio. Hay que decir que en dicho local permanecieron durante mucho tiempo. Cierto día me dirigí a este lugar, pero me percaté de que se encontraba cerrado. Supuse que quizá estarían de vacaciones o en remodelación, pero al volver en dos o tres ocasiones más y contemplarlo cerrado en todas ellas, pensé que desafortunadamente el St. James había cerrado definitivamente. Grande fue mi sorpresa al enterarme de que sólo se habían mudado a un lugar más grande, sobre la avenida Luis Donaldo Colosio.

El St. James Pub es un lugar tranquilo y agradable que aún no se ha convertido en uno de esos lugares bulliciosos donde el volumen de la música hace imposible toda plática o convivencia. En este sentido,

//es un recinto ideal para la conversación con los amigos, con esa persona especial e, incluso, para ver alguna justa deportiva en las pantallas distribuidas a lo largo del bar.

Como señalé antes, el gran atractivo del St. James Pub radica en su amplio menú de cervezas originarias de Alemania, Bélgica, Rusia, Irlanda o Inglaterra. Y, obviamente, una amplia lista de cervezas artesanales de nuestro país, además de las grandes casas cerveceras que podemos encontrar en cualquier bar. Así, en el St. James Pub es posible probar una Paulaner, una Duvel o una London Pride en los vasos o copas apropiadas, potenciando la experiencia que significa tomar cerveza. Lo mismo para cervezas mexicanas como Minerva Imperial Stout, Cucapá, o bien, la que actualmente es uno de los productos estrella del St. James Pub: Ágata, cerveza de temple y origen hidrocálido. Con el auge que ha adquirido la cerveza artesanal, uno no puede dejar de visitar el St. James para degustar una Ágata Porter, cerveza oscura de cuerpo robusto, aromática y con sabor ligeramente dulce; o una Ágata IPA, también aromática, pero de un cuerpo más ligero y efervescente. Además, es posible acompañar estas buenas cervezas con algo del menú de alimentos del St. James, como lo pueden ser las excelentes pizzas o alitas, o bien, unos dedos de queso o papas a la francesa.

Como todo buen bar, en el St. James Pub también es posible degustar diversos licores, así como algunos cocteles clásicos, pero, insisto, a este bar de espíritu irlandés se va a tomar cerveza: el tequila, el brandy, el whisky o el ron se pueden degustar en una cantina o en un merendero. Así, el St. James Pub es un elogio al arte de beber cerveza. Y si bien cada vez más bares ofrecen cervezas artesanales e importadas, lo cierto es que el St. James Pub fue punta de lanza en este ámbito, pero lo más interesante es que han hecho un elogio al arte de beber cerveza.

Notas