La psicología se ha vuelto parte importante y exclusiva en la vida, ahora tomada de la mano con el feminismo día a día, ya que a veces no somos conscientes de la importancia y la relación de esto.  Por eso hoy hablemos de feminismo y de equidad dentro de ella, esta vez con apoyo de la psicóloga y feminista Selfa Margarita Gomar Montesano.

Háblame un poco de ti, tus intereses, tu profesión, el enfoque que manejas, si tienes algún colectivo, taller, etc.

Originalmente soy Psicóloga Social. Estudié en la universidad IBERO Americana de León, luego hice una maestría en Psicoterapia Gestalt y posteriormente una formación de Psicoterapia Corporal en Buenos Aires, Argentina. Actualmente estoy estudiando una Maestría en Sexología y Equidad. Tengo dedicándome a Psicoterapia aproximadamente 17 años y a la docencia a nivel universitario otros 17 años. He colaborado en otros proyectos de equidad y en educación sexual con niños a nivel de primaria y adolescentes, además que también me dedico a estudiar tanatología, aunque no tengo la maestría; sin embargo, es un tema que me ha interesado. Trabajo de manera particular, en consulta privada, he impartido clases en algunas universidades privadas de Aguascalientes. Soy colaboradora en una fundación que trabaja con bebés prematuros y con papás que han perdido hijos; también participo en un colectivo que se llama “Cultivando géneros” también de Aguascalientes.

1) ¿Por qué elegiste esta profesión entre tantas otras?

Siempre me llamó la atención analizar y estudiar el comportamiento humano, es por eso que estudié Psicología, aunque en un principio me llamaba más la atención la parte de Sociología/Antropología, por eso inicialmente elegí Psicología Social, porque quería dedicarme más a la parte comunitaria que a la parte privada.

2) ¿Cuántos años llevas ejerciendo como psicóloga?

Me gradué de la licenciatura de Psicología hace 19 años, salí en el año 2001 y desde entonces he ejercido.

3) ¿Alguna vez has pensado que esta profesión no era para ti o que no podrías hacerlo?

// Nunca he pensado que esta profesión no sea para mí, aunque sí he llegado a sentir cierto agotamiento por todas las cosas que he llegado a ver, he llegado a sentir cierto “burnout” en algunas ocasiones, sin embargo, nunca he pensado en abandonar o dedicarme a otra cosa, aunque a veces de broma digo que quiero vender chimichangas, como para tomar un break.

4) ¿Qué importancia tiene para ti que la gente asista al psicólogo?

Para mí tiene mucha importancia que la gente asista al psicólogo porque es un servicio que, al contrario de lo que la gente piensa de que es para gente que está mal, la psicoterapia es un indicador de que hay salud mental. Es un servicio al que todos culturalmente deberíamos estar habituados, ir al psicólogo por lo menos una vez al año a echar un vistazo a ver cómo anda uno. Yo lo hago periódicamente y la verdad es que no lo suelto porque también es parte de mi ética.

5) Sin romper tu ética profesional, ¿hay algún caso que se te haya quedado en la cabeza y sigues pensando en él?

Muchos, sobre todo los casos de abuso sexual o casos de infancias muy descuidadas o con mucho maltrato, son los que me mueven mucho. También los casos de violencia, que por desgracia cada vez los veo más en consulta, aunque no trabajo únicamente con eso, yo creo que es lo más atiendo.

6) ¿Cuáles fueron tus primeros acercamientos al feminismo?

La primera vez que escuché sobre esto fue en la universidad cuando tuve algunas maestras feministas, sobre todo en las clases de sexualidad. Tuve una maestra extraordinaria que aún recuerdo, nos daba psicología social comunitaria y ella tenía un doctorado en feminismo. Por ella aprendí un montón, fue como quitarme una venda de los ojos. Eso fue por el año 1998, yo sería una chiquilla de 19 o 20 años en aquel entonces y recuerdo que me impactó mucho porque era algo en lo que yo no había pensado o al menos había muchas situaciones que yo tenía muy normalizadas y que no las había visto a la luz de esta mirada.

7) Desde tu profesión, ¿cómo aplicas la liberación y empoderamiento femenino?

Primero desde el lugar de docente, que yo creo que estar en el aula ya es prácticamente un acto de rebeldía, participando en foros, hablando sobre estos temas, en conferencias y, sobre todo, en la consulta privada.

//Creo que es muy importante dar a notar que las mujeres necesitamos empezar a mirarnos a partir de nuestros propios ojos y no de los ojos del otro, es un tarea ardua, muy laboriosa, pero muy necesaria.

8) ¿Qué piensas respecto a las posibilidades de incorporar los estudios de género, las epistemologías feministas y la recuperación de las mujeres psicólogas de su historia?

Vital, de suma importancia. Inclusive creo que debería añadirse una materia en la formación del psicólogo que trate sobre esto. Particularmente el enfoque de género debería ser una obligación en todas las formaciones. En algunas universidades se le da poco peso o es un enfoque que no se trabaja tanto y, desgraciadamente, luego muchos salen a ejercer su profesión sin el enfoque de género o sin las perspectivas, y terminan re-victimizando a las personas o dándoles poca importancia, sobre todo a los que son psicoterapeutas de pareja. Yo creo que debería ser una obligación en los planes de estudio. Es muy necesario que los psicólogos se formen con esta mirada.

9) ¿Qué relación existe entre psicología y feminismo? (personal) ¿Y cómo te desempeñas dentro de las dos?

Creo que con los años he ido incorporándolo cada vez más. Para mí es muy difícil separar la psicología del feminismo, muy difícil mirar tanto a los hombres como a las mujeres sin esta perspectiva. Creo que nos perdemos de poco si no lo vemos de este modo y más en el ámbito de la clínica, porque de pronto el trabajo que se puede hacer como psicoterapeutas puede ser muy sesgado si no tenemos esta mirada. Tiene que ver con el posicionamiento de una misma con respecto a los otros que me parece fundamental. Y si pensamos hacer también un cambio social como a nivel macro, pues hay que ir impactando desde los campos psicoterapéuticos que para mí son campos de acción muy necesarios. Llegan personas muy lastimadas, hombres y mujeres a estos espacios, por injusticia o desigualdad o violencia, y necesitan estas voces y ser escuchadas para poder construir otra cosa. Para mí no hay manera de separar la psicología y el feminismo.

10) Para expandir la cultura feminista, ¿puedes recomendar alguna película, música, lectura o pintura que también tenga relación en la psicología?

Hay un montón de bibliografía, justamente ahorita tengo un libro que habla sobre exposiciones de denuncia de violencia en el arte contemporáneo. Hay varios libros que hablan sobre maternidades, “madres arrepentidas” que me encanta, por supuesto hay referencias teóricas como Rita Segato, Marcela Lagarde, Martha Lamas, una de las pioneras como Simone de Beauvoir. Vale la pena releerlas, escucharlas. Hay unas filósofas contemporáneas que vale la pena seguir y que actualmente están en foros y en el ámbito académico también.

11) ¿Que les dirías a las mujeres que están interesadas en estudiar psicología con enfoque feminista?

Les diría que lo hagan, que no lo duden. Pero que vayan hasta el final, no se van a arrepentir, porque es un compromiso que tenemos con todas y que es parte de lo que nos toca hacer en este momento histórico. A lo mejor muchas otras mujeres lo pensaron, pero no lo pudieron llevar a cabo por diferentes razones. Estamos en un momento en el que yo pienso que esto ya es casi obligatorio, ya no es opcional. Tengo una hija pequeñita y, desde que es pequeña, trabajo e inculco el feminismo. Formé parte hasta hace unos meses del Consejo Ciudadano en el Instituto Nacional de Mujeres como representante ciudadana de Aguascalientes y creo que es importantísimo que no sólo se incorpore a la psicología o filosofía, sino a otros ámbitos, como educativos, económicos, legales, etc. Así que recomiendo totalmente este enfoque, deberíamos de incorporarlo todas a nuestra canasta básica.

12) Cuéntame tu experiencia con las oportunidades de trabajo en tu ciudad

La verdad es que hay muchísimas aquí en Aguascalientes, cada vez más necesarias. Algunas porque nos convocan, nos piden participación en conversatorios, en talleres con niños, talleres con adultos, escuelas para padres, pláticas con adolecentes. Yo he dado conferencias con nivel CBTIS, con muchísimas chicas de secundaria, de preparatoria, sobre empoderamiento femenino, sobre feminismo, que yo creo que a esa edad son las más vulnerables. Por eso hay que empezar desde los niños y las niñas. Hay mucha chamba en el área escolar, en las universidades también, en las empresas, en políticas públicas. Se puede trabajar desde asesoría, desde lo académico, literario, lo artístico. En estos tiempos no hay una área donde no pueda trabajar con este enfoque, que cada vez es más necesario. A veces solicitan capacitaciones para talleres, o para empresas porque no lo ven como algo tan importante. Por ejemplo, cuando voy a dar una capacitación a una empresa o a algún lugar, de manera indirecta siempre estoy mencionando el enfoque de género, siempre está presente aunque estemos hablando de liderazgo, de motivación o de otro tema, siempre está entre líneas. También en el ámbito psicoterapéutico o clínico hay grandes áreas para seguir trabajando con el tema de violencia, equidad, repensar las construcciones de género, desmontar los mandatos de género, tanto con hombres como con mujeres. Pienso que los espacios de reflexión entre hombres deben ser aparte y entre ellos cuestionar, trabajar y repensar sus construcciones de masculinidad, que van de la mano con el feminismo.