Introducción

El discurso femenino dentro de los medios de comunicación ha sido fundamental para crear un espectro de las pensadoras mexicanas a lo largo de la historia. Con ello surge la incógnita sobre las modificaciones discursivas que han ejecutado en favor de su propia existencia y reconocimiento. En el quehacer que compete a este escrito, podemos adentrarnos muy brevemente en las ideas que se promovían por mujeres en la prensa del siglo XIX, el proceso emancipatorio en el cine mexicano y radio durante el siglo XX y sucesivamente al siglo XXI, con los derechos para mujeres a través de las redes sociales digitales y los nuevos discursos consecuentes de la libertad que esta herramienta proporciona.

Breve recorrido histórico del discurso femenino en los medios de comunicación en los siglos XIX-XX

En la década de los setenta del siglo XIX las mujeres comenzaron a crear sus propias publicaciones para hacerse visibles en sociedad, regularmente, refiriendo al espacio privado delegado a las mujeres. Más adelante, en los ochenta nace la colaboración de Laureana Wrightn en diversos trabajos de periodismo para mujeres.²´³ Tanto ella como otras periodistas de la época fueron portavoz de los anhelos, deseos, quejas e inquietudes de la mujer del siglo XIX.⁴ Paulatinamente, estas voces serían el brote para su integración en la vida pública.

Posteriormente, a la entrada del siglo XX, junto con la radio como el maravilloso artefacto de comunicación creado por la audacia masculina, no parecía importante la participación femenina a menos que fuese en las voces de la radionovela o la interpretación de una bella pieza musical. A la llegada de la segunda década del siglo XX, Gabriela Mistral se colocó como una de las primeras poetas en dar a conocer su voz en la radio. Más adelante, alrededor de los años cincuenta, apareció la primera radiodifusora operada y conducida por mujeres (Radio Femenina) que a su vez nacía bajo el yugo de la adquisición de derechos político-electorales.⁵ El avance progresivo fue el chispazo de los primeros discursos de corte feminista en favor de los derechos de la mujer en una época donde aún predominaban diversas practicas machistas.

Al mismo tiempo, en el desarrollo del cine mexicano (retomando desde los años cincuenta hasta principios del siglo XXI) existe una variación en el discurso femenino propio de la modernidad presente en los sesenta, donde la descomposición y desencanto familiar se hace más notable en la pantalla, mientras que la mujer encuentra lentamente su voz emancipadora.⁶ Éste fue un campo fértil para sembrar un escenario de ideas feministas imposibles de ignorar en cualquier medio de comunicación: el planteamiento de demanda educativa sobre métodos anticonceptivos, libertad sexual y el aborto como derecho a decidir de las mujeres. Se vio reflejado en el cine de los setenta con juventudes femeninas de minifalda, yendo a la escuela y viviendo una vida sexual activa.⁷´⁸

Siglo XXI: el eco feminista global

A la llegada del siglo XXI con el proceso de globalización, aparece una nueva variable en los medios de comunicación: el internet.⁹ Con ello nace la multiculturalidad en las redes, originando la sociedad red¹⁰ y el espacio de flujos.¹¹

Dada la modalidad masiva e inmediata de bajo coste que ofrece el internet a través de redes sociales, las mujeres han sido capaces de deshacerse de las barreras privativas en sus discursos creando narrativas de contrapoder sobre las demandas en turno al poder institucionalizado y medios oficialistas,¹² que inclusive han presentado fenómenos en las estructuras de movimientos sociales contemporáneos (Dorantes, 2016).

// Durante estas dos últimas décadas, los países latinoamericanos se han caracterizado por ser el eco feminista más activo con la recurrente creación de discursos que van en torno a la libertad de decisión sobre el cuerpo femenino, el termino de las desigualdades de género y el combate a la violencia contra las mujeres.

No es de extrañar que estas manifestaciones en línea pronto traspasaran al espacio de lugares y no necesariamente por pertenecer a un colectivo, sino por la nueva característica multi-objetivo y multi-identitaria¹³ que presentan los movimientos contemporáneos.

En afán de demostrar la permeabilidad de este discurso feminista contemporáneo no sólo a nivel regional sino mundial, es necesario hacer mención al performance “Un violador en tu camino” reproducido en más de treinta países de distintos continentes con la finalidad de demostrar la legitimidad de un discurso compartido aun en contextos políticos, económicos y sociales totalmente distintos.¹⁴ Gracias a las características de multi-identidad reflejadas en el performance, logró convertirse en marcos de acción que permite a las participantes contribuir de forma relevante, determinando el cómo y con quiénes participan, modificando lugares de actuación y el anclaje individual en los procesos de organización. Por ende, el discurso feminista actual de alto impacto es capaz de introducirse en la agenda política de los gobiernos a nivel internacional.

Conclusión

Es necesario reconocer el arduo trabajo que han hecho nuestras mujeres para ingresar en el ojo de la vida pública y, en consecuencia, ser ejecutoras y a la vez objeto de estudio para la ciencia política.¹⁵

Estoy lejos de afirmar que el camino ha llegado a su fin, contrariamente, seguimos en esta construcción de politics, policy y polity para conseguir el reconocimiento que nos ha sido arrebatado por siglos. Es momento de hacer valer las tecnologías que conceden facultad de promover y crear identidades colectivas, lazos solidarios entre usuarios digitales y comunidades virtuales para no volver a ser silenciadas por la historia.¹⁶

A su vez, no sólo basta lograr el transito del espacio de flujos al espacio de lugares, sino que se necesita su gran fuerza de expansión alrededor del mundo. Tal y como se demostró en el performance y las marchas recientes del 8 de marzo, las mujeres seguirán presionando en la búsqueda de sus derechos con la necesaria cooperación de los hombres, lo cual será un placer para su servidora de seguir (como otras) contrastándolo con los nuevos enfoques y teorías del siglo.