Con más de 30 años de vida, Cinema Universidad se ha distinguido y posicionado como un proyecto cultural universitario dedicado a la difusión de cine de alta calidad, en donde tienen cabida las visiones de los cineastas comprometidos con la creación de obras en las que el valor artístico predomina sobre el comercial, en las que se visibilizan temáticas de interés general con carácter humano y que invitan a la reflexión sobre ellas, a la vez que nos hacen descubrir lugares, formas de vida y maneras de ver el mundo que antes no conocíamos.

Mediante este proyecto, 2018 en particular ha sido un año en el que el llamado séptimo arte tuvo una presencia constante en el programa cultural de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, ya que a los ciclos que se han presentado tradicionalmente desde hace más de 20 años, como son las Muestras Internacionales de Cine y los Foros Internacionales de la Cineteca Nacional, se han ido sumando otras propuestas como el Tour de Cine Francés, la Gira del Festival Internacional de Cine UNAM, Ambulante Presenta, la Muestra Universitaria del Festival Internacional de Cine Judío, Talento Emergente, Cine Café y algunas otras proyecciones especiales.

Lo anterior es reflejo de los estrechos vínculos que se mantienen con la Cineteca Nacional para la exhibición de sus ciclos, así como de los nuevos lazos que se han creado con las instancias que recientemente se han acercado a la Universidad Autónoma de Aguascalientes confiados en la importancia que representa el foro de Cinema Universidad. Todo esto abona a la ampliación de la oferta cinematográfica del estado, para beneficio y deleite de los cinéfilos que disfrutan las propuestas surgidas fuera del circuito comercial.

En las siguientes líneas haré una recapitulación bastante breve de lo que pudimos ver en este año que está por terminar. Comenzaré por la 63 Muestra Internacional de Cine que se presentó en el mes de febrero y que estuvo integrada por una selección de 9 películas de las 14 que conformaron dicha muestra en la Ciudad de México. Entre los filmes que llegaron a Aguascalientes estuvo el ganador de la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes 2017: The Square, la farsa del arte (2017), dirigido por el sueco Ruben Östlund. En éste se hace una crítica a las prácticas que se dan en la escena artística actual y a las jerarquías del poder. Otro de los títulos a destacar en esta muestra es, sin duda, El otro lado de la esperanza (2017), del gran director finlandés Aki Kaurismäki, en el que con un humor áspero y una narración emotiva expone la falta de empatía hacia nuestros semejantes que se encuentran en condiciones difíciles buscando emigrar hacia otros países, así como los nacionalismos, muchas veces sin sentido, que se extienden por Europa y otras partes del mundo. Estuvieron también en esta muestra algunos de los más recientes trabajos de realizadores con gran trayectoria como Claire Denis con Una bella luz interior (2017) y Marco Bellocchio con Dulces sueños (2016), así como algunos directores nóveles promisorios como la dupla conformada por Kristina Grozeva y Petar Valchanov con Un minuto de gloria (2016).

Con Canada Now, en el mes de marzo se dedicó una semana completa a la cinematografía contemporánea de la nación vecina. En total se exhibieron siete películas que retrataban, entre otros temas, el sentir de los pueblos indígenas canadienses y el realce de los aportes que han hecho a su sociedad, la pluralidad cultural que predomina en ese país, el bullying, la homofobia y la violencia que conlleva la masculinidad tóxica. Me atrevo a resaltar las cintas Closet Monster (Stephen Dunn, 2015) y Raros (Bruce McDonald, 2016).

Posteriormente se recibió la Gira FICUNAM 2018, con algunas de las cintas que formaron parte de este magno evento cinematográfico organizado por la máxima casa de estudios del país, en cuyos trabajos se ponen de manifiesto las posibilidades de exploración y experimentación en el cine.

Antes del periodo vacacional de verano tuvimos la oportunidad de apreciar la 64 Muestra Internacional de Cine, en la que fuimos cautivados por el documental Rostros y lugares (2017) de la veterana cineasta Agnès Varda y el artista visual francés JR, el drama Corazón silencioso (2014) de Bille August, o sorprendidos con El ciudadano ilustre (2016) de Mariano Cohn y Gastón Duprat. También fuimos testigos del gran trabajo de remasterización que se hizo con Stalker. La zona (1979) de Andréi Tarkovski, y el éxito de asistencia que representó la cinta La maldición de Thelma (2017) de Joachim Trier.

Arrancando el segundo semestre del año arribó el 38 Foro Internacional de la Cineteca, donde fue evidente la gran variedad de géneros de las películas que lo integraron, tales como thriller, docu-ficción, drama, animación y road movie. Además, con este ciclo se reiteró que la naturaleza de los Foros Internacionales de la Cineteca es presentar fórmulas poco convencionales, experimentales y vanguardistas. Entre los títulos a destacar me atrevo a mencionar las animaciones Virus tropical (Santiago Caicedo, 2018) y Que tenga un buen día (Liu Jian, 2017), así como la proyección de la copia remasterizada, a poco más de 30 años de su estreno, de la ópera prima de David Lynch Cabeza de borrador (1977).

Ambulante Presenta es un ciclo dedicado exclusivamente a la exhibición de cine documental cuyo objetivo es contribuir a la transformación social por medio de las herramientas y posibilidades que ofrece el cine. Este 2018 llegó por cuarta ocasión consecutiva a la UAA, con títulos igualmente impactantes que conmovedores como Plaza de la soledad (Maya Goded, 2016) o Hasta los dientes (Alberto Arnaut, 2018). Una de las características de este ciclo es que las proyecciones son enriquecidas con la participación de especialistas que propician el diálogo y la reflexión en torno a los temas tratados en cada documental.

Octubre es el mes en que se recibe al esperadísimo Tour de Cine Francés, uno de los favoritos del público y en especial de los estudiantes de la institución. Si bien se ha alejado un poco de la propuesta de cine puramente de autor que presentaba en sus inicios, conserva su calidad buscando un balance entre el cine de corte más comercial y el alternativo que se produce en el país galo. Hay que recordar que, además de los largometrajes franceses, el Tour da espacio a la cinematografía mexicana a través de la proyección de algunos cortometrajes. Este año, en su edición número 22, resaltaron los trabajos protagonizados por dos grandes figuras francesas como son Vincent Cassel, en las cintas Gaugin, viaje a Tahití (Édouard Deluc, 2017), Sin dejar huellas (Erick Zonca, 2018), y Marion Cotillard en Cara de ángel (Vanessa Filho, 2018).

La 9ª Muestra Universitaria del Festival Internacional de Cine Judío en México fue albergada en noviembre en el Museo Nacional de la Muerte. El objetivo de los organizadores de este ciclo es dar a conocer la gran diversidad cultural del pueblo judío a través de la obra de cineastas de todas partes del mundo. De tal manera, las seis películas que se exhibieron provienen de países como Alemania, Israel o Estados Unidos. En ellas se abordan temas como la tolerancia, la convivencia entre las diferentes creencias religiosas, el amor en sus diferentes formas, el conflicto israelí-palestino, entre otros. Algunas de las obras más fascinantes fueron, sin duda, El repostero de Berlín (Ofir Raul Graizer, 2017) y Armonía (Ori Sivan, 2016).

Adicionalmente, en el Museo Nacional de la Muerte se proyectó un ciclo de Cine Mexicano de los 70, una propuesta de Cineteca Nacional que busca dar a conocer a las nuevas generaciones –a través de copias restauradas por la propia Cineteca– los filmes más destacados de la cinematografía nacional justamente de esta década en la que iniciaban las carreras de cineastas ahora consolidados como Jorge Fons, Alberto Isaac, José Estrada, Arturo Ripstein y Jaime Humberto Hermosillo. Precisamente de este último, célebre director originario de nuestro estado, se presentó La pasión según Berenice, cinta que además de su valor artístico representa un valioso documento histórico de Aguascalientes al haberse filmado en varias calles y escenarios de la ciudad capital.

Un proyecto que deriva de Cinema Universidad es Cine Café para todos. En éste se proyectan las películas más notables de la cinematografía mundial y que ya no son estrenos en un espacio al aire libre. Este año se organizaron dos ciclos, el primero de ellos durante el primer semestre del año en el que se rindió un merecido homenaje al talentoso y multipremiado realizador mexicano Guillermo del Toro que llevó por título Del Toro y sus monstruos. Estuvo conformado por títulos en los que él participa como director o productor, entre ellos La cumbre escarlata (2015) y El orfanato (2007). El segundo ciclo que inició en octubre integró destacadas cintas mexicanas en los géneros de misterio, suspenso y horror de las décadas de los cincuenta a los ochenta, y entre las que se encontraron cuatro de las obras más reconocidas de Carlos Enrique Taboada como Hasta el viento tiene miedo (1967) y El libro de piedra (1969), además de El esqueleto de la señora Morales (Rogelio A. González, 1959), uno de los pocos filmes mexicanos que pertenecen al género de la comedia negra. Este ciclo se llamó “De venenos, libros y oscuridad”.

 Al momento de la redacción de este artículo, estamos a la espera de Talento Emergente 2018, el cual indudablemente nos dará más material para el disfrute estético y el gozo que únicamente produce el cine.