Inauguración: martes 4 de septiembre de 2018, 19:00 horas
En exhibición: del 5 de septiembre al 21 de octubre de 2018
Sala Polivalente del Museo Nacional de la Muerte
De martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas
Miércoles, entrada libre
Género: Pintura y dibujo

Eduardo de Luna Arce nació en la ciudad de Aguascalientes el 3 de octubre de 1967. Hacia el año de 1986 comenzó a estudiar la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Un año después, inició sus estudios de pintura con su padre, el maestro Flavio de Luna. Realizó su tesis profesional en el estudio de anatomía y del movimiento del cuerpo humano, y cursó una especialización en la escuela de Artes Visuales de Monterrey, N.L.

Tomó clases particulares sobre composición, apreciación del arte y color con el maestro Francisco Morales Arriaga, alumno de Diego Rivera. En 2003, resultó ganador del concurso nacional de ilustración para el cartel oficial de la Feria Nacional de San Marcos. Para 2004, viajó a Valencia, España, a estudiar un curso sobre luz y color en el arte, y un año después fue elegido nuevamente ganador en el concurso nacional de ilustración para el cartel oficial de la Feria Nacional de San Marcos. En 2008 comenzó a explorar con temas contemporáneos.

Ha expuesto su obra en las ciudades de Aguascalientes, San Luis Potosí, León, Querétaro, San Miguel de Allende, Zacatecas y Guadalajara. También, auspiciado por la banca privada de BBVA Bancomer, comenzó una serie de exposiciones en las ciudades de León, Guanajuato, Querétaro y Guadalajara. A la fecha continúa exponiendo en varias galerías y participando en subastas.

Esta exposición está integrada por 34 piezas, la mayor parte de ellas elaboradas con la técnica denominada al óleo y otras más en carboncillo, en las que destacan las figuras humanas femeninas y masculinas, así como la presencia de algunos animales tales como los caballos.

Soledades íntimas

La expresión de Soledades íntimas es un grito de lo callado, es la refrescante luz de lo personal, de la feminidad en su intimidad, es penetrar en su más intenso “Yo” sin afectarlo; sin perturbar su paz, sin llamar su atención, penetrando hasta el alma, recorriendo sus luces y sombras, mirando los colores en lienzo y los trazos formando su contorno, desviándonos en ocasiones en la soltura y unión con los fondos, en un estilo pictórico muy personal.

El color provocativo denota un fauvismo retomado en un intento de fuertísima expresión, como quien habla con las manos para decir todo lo que se siente pintar, colores fuertes y contrastantes en una intención casi teatral, de impresiones e impacto. La técnica de la espátula, de trazos de primera intención, de espátula cargada de pintura, provoca soltura que da delicadeza a los temas.

Es trabajo del artista mostrar en expresión pictórica el Yo. Es placer del artista robar su estado, su color y formas, la fortaleza del color y los trazos y las emociones teatrales; dar todo a los demás en fuerte expresionismo contemporáneo.