18 de junio de 1988

La voluntad. ¿Qué es la voluntad? Nada menos que la base de toda felicidad posible, pues sin ella no hay esfuerzo ni lucha valederos; sin ella nos reducimos y perdemos en las pequeñas cosas. Por medio de la voluntad, paso a paso, se accede a los lugares más difíciles y a las posiciones más complicadamente distantes.

La voluntad es como la gota calcárea que horada, taladra la piedra. La voluntad es como una piedra preciosa que requiere de su tallado perpetuo, hasta que se convierte, ella misma, en herramienta de acción y ésta lleva a la plenitud y a la felicidad; con ella cultivamos, pulimos, enseñamos, forjamos y desarrollamos la inteligencia, el carácter y la creatividad.

Su comienzo está en la infancia y prosigue toda la vida hasta que ésta se agota. Donde hay inteligencia y chispa de vida, sólo con la voluntad puede darse el genio que todo humano anida en el alma; sin ella, toda inteligencia se pervierte, se frustra, no llega al puerto deseado. Allí donde no hay inteligencia o es insuficiente, la voluntad obra hasta obtener que el decidido iguale y supere a los inteligentes, a los bien dotados y hasta a los audaces.

//Ni el poder, ni la riqueza, ni la cultura, ni la inteligencia, ni la felicidad se conquistan sin el concurso diario, persistente de la voluntad.

Conseguir ésta, armarla en uno mismo, es un reto de la inteligencia y de la pasión, de la mente y el corazón.

Por la voluntad resolvemos los pequeños problemas y también los grandes. Un gran problema es una estructura de pequeños problemas. Si quieres cambiar de lugar la montaña –dicen los chinos– empieza por las pequeñas piedras. Por la voluntad, la mente imagina a cada momento la mejor solución y la aplica, la ejerce, la ejecuta.

En esto reside la verdadera armonía de cada quién consigo mismo, vuelve innecesarias deidades y ciegas obediencias, y hace posible la propia trascendencia; eso constituye la médula de la felicidad, situación del alma siempre necesitada de más e insatisfecha de sí, pero tranquila de su denuedo, de su intranquilo denuedo por llegar a la meta.