El pasado 8 de junio se llevó a cabo en nuestra ciudad el “Día de Japón en Aguascalientes”, evento realizado en conmemoración del 130 aniversario de las relaciones diplomáticas entre el país de la colorida dalia y el de la bella flor de cerezo. La Asociación Mexicana de Exbecarios del Japón (AMEJ) y la Embajada de Japón en conjunto con el Departamento de Vinculación de la UAA han venido trabajando con el objetivo de fomentar y difundir la cultura japonesa y, por supuesto, la integración y creación de fuertes lazos con la comunidad que hoy en día está en contacto con nosotros los aguascalentenses.

//Esta iniciativa por parte de la AMEJ permitió que las dos culturas se fusionaran en un mismo espacio a través del desarrollo de conferencias y de exhibiciones culturales, deportivas y talleres, logrando una experiencia única impregnada con los aromas y coloridos del país de los samurais.

Tuve la oportunidad de visitar distintos eventos, conferencias y stands durante esa jornada, que me abrieron las puertas de una cultura singularmente especial de la que tengo mucho qué aprender. Les presento a continuación una breve semblanza de los invitados.

Myriam Constantino Castillo. Conferencista que presentó “El budismo en Japón”, es Maestra por el COLMEX en el Centro de Estudios de Asia y África con una especialidad en Japón y también es Maestra en Estudios Budistas por la Facultad de Humanidades de la Universidad de Komazawa en Tokio.

Carlos Humberto Sierra Becerra. Impartió un taller titulado “Haiku, poesía japonesa”. Es Doctor en Literatura por el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos (CIDHEM) y obtuvo la Beca Monbukagakusho con lo que realizó estancias de investigación en literatura en la Universidad de Tokio y en la Universidad de Kioto en Japón.

Genaro Fabián Muñoz Bautista y David Paul Villa Saille. Son miembros de la AMEJ, el primero profesor de educación primaria y becario Monbukagakusho. Realizó estudios relacionados con la didáctica de las matemáticas en la escuela primaria en la Universidad de los Ryukyus en Okinawa. El segundo es maestro en Ciencias Administrativas y Economía con énfasis en Política Publica por la Universidad de Tohoku en Japón, y obtuvo una beca del Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología de Japón que lo llevó a ser instructor en el idioma japonés y la ética laboral japonesa.

Rino Maruta. Presentó una exhibición cultural “Sado, ceremonia del té japonesa”. Cuenta con una maestría en Relaciones Internacionales, su especialidad es la política de salud en México, y es miembro del Programa de Asociación Estratégica Nichiboku. Actualmente es becaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de México.

Manuel Alejandro Altamirano Fernández. Nos presentó un taller titulado “Manga”. Es maestro en Arte por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, en 2016 ganó un Record Guinness: Longest Marathon Drawing Caricatures (individual), dibujando a 945 personas en un tiempo de 52 horas 9 minutos y 27 segundos continuos.

Luis Koga. Impresionó con la exhibición cultural “Shodo, caligrafía japonesa”. Realizó sus primeros estudios formales de Shodo o caligrafía con pincel y de Ikebana (arreglo floral japonés) de la escuela Ikenobo. Ha expuesto su trabajo en el Museo Metropolitano de Arte Contemporáneo en Tokyo y cuenta con más de 15 exposiciones individuales y 5 colectivas, en donde sus temas y museografía han marcado tendencias.

Víctor Kerber Palma. Conferencista que expuso sobre la “Relación económica bilateral México-Japón”. Es investigador fundador del Centro de Estudios Japoneses (CEJA) de la Universidad de Guadalajara, cuenta con estudios sobre cultura japonesa en el Instituto de Estudios Internacionales de Fujinomiya, Japón. Ha colaborado como corresponsal y articulista de diversos medios nacionales. Funge como Asesor de la Embajada de Japón en México.

La adrenalina del deporte llegó con la exhibición por parte de la Asociación Estatal de Kendo e Iaidō de Aguascalientes (AEKIA). “Kendo, el arte de la esgrima japonesa” y, aunque he de confesar que no soy muy aficionada de los deportes de contacto, poco a poco me estoy apasionando por éstos gracias a la admiración que me surgió después de la exhibición de Kendo. El ingeniero Manuel Ando en 2004 entrenó a un grupo tenaz de estudiantes con gestiones de los maestros Murata, Hishida y Hashimoto. Posteriormente se creó en el año 2012 la Asociación Estatal de Kendo e Iaido de Aguascalientes A.C., lo que les permitió ser reconocidos por la Federación Mexicana de Kendo, A.C.

De lo ocurrido en el día, la conferencia del Dr. Kerber verdaderamente llamó mi atención. Comenzó diciendo: “La cultura japonesa y la de nosotros los mexicanos muestra por supuesto diferencias, pero, al mismo tiempo, afinidades; nos atrae Japón. Mencionaba la obra de Octavio Paz El laberinto de la soledad, y el tema de las máscaras dando ese ejemplo como las afinidades que se comparten con Japón y lo que se encuentra detrás de las máscaras de ellos. El cine no quedaría detrás del telón en la charla, nos recordó sobre la película titulada Ánimas Trajano (1961) dirigida por Ismael Rodríguez, donde Toshirō Mifune, actor japonés, se encargaría de representar a un mexicano. Y nos compartió un filme más titulado El pecado de Oyuki (1988) donde una mexicana, Ana Martín, representaba a una japonesa.

Kerber también nos presentó antecedentes de la historia de la relación económica México-Japón. En los años sesenta y setenta México exportaba algodón a Japón y en los ochenta petróleo, pero al llegar la crisis del ‘82 Japón volteó su atención hacia los países asiáticos, sin cortar del todo las relaciones con México. Más que mostrar en su trabajo gráficas, datos históricos o curiosos de las dos culturas, mostró el impacto de dicha fusión cultural cerrando con un comentario que dejaría a la audiencia pensativa. Kerber concluyó diciendo: “Qué puedo aprender de los japoneses, número uno: la consideración hacia el prójimo, cómo mi actuar afecta al otro; segundo, la cultura del servicio, servir siempre al otro; y tercero, la exactitud, no referente únicamente al tema de la puntualidad, sino también a realizar todo con precisión y no al “ahi se va””.

Así, mi día terminaba con una perspectiva muy distinta de la que inicié respecto de la cultura japonesa. Los stand, los visitantes, las exhibiciones y esa leyenda que amablemente me compartieron sobre el significado del estandarte Furinkazan, lograron que mi atención se concentrara en aprender y comprender mucho más sobre la comunidad japonesa que hoy se encuentra presente en Aguascalientes.

Agradezco al Departamento de Vinculación de la Universidad Autónoma de Aguascalientes por proporcionarme material adicional para la elaboración de esta breve reseña. Y, si alguno de nuestros amables lectores asistió al evento, espero lo haya disfrutado tanto como yo. Puede que algunas personas se mantengan al margen de compartir experiencias con otras culturas, pero lo importante aquí es que la misma convivencia nos mostró que de, alguna forma y en muchos sentidos, los rasgos en común con los que nos rodean son más palpables de lo que podemos llegar a imaginar.