// Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer. Alfonso V el Magnánimo (1394-1458). Rey de Aragón.

Los libros son los instrumentos que descansan en nuestras manos, las cuales sirven de atril para sostenerlos; ellos nos hacen viajar a épocas, a lugares lejanos, nos conectan con personajes que representan los prototipos humanos con costumbres y maneras de actuar que hacen envolvernos en situaciones determinadas. Están conformados por palabras y la palabra es algo vivo por el verbo que contiene; la palabra vive más que la propia gente, inmortaliza y por ella el pensamiento queda grabado. Siete letras contenidas en “palabra”, número que indica el infinito; la palabra para ser usada en donde se amplían los horizontes o se angostan las veredas de la vida, en que luego claman justicia o reprochan una deuda.

Los libros nos hacen recrear la mente y nuestra imaginación, son lo idóneo para desarrollar la creatividad puesto que, al leer, empezamos a crear en nuestra mente los lugares, detalles, la fisonomía, (y) la personalidad de los actores y la época que representan.

Por todo lo anterior, los libros son importantes porque representan el vehículo, por antonomasia, más importante para aprender cualquier disciplina; saber de los descubrimientos e inventos hechos en algún momento; conocer la historia, la política y la filosofía del mundo y plantearnos problemas algorítmicos, químicos, musicales, artísticos, físicos, entre otros.

Las ferias del libro son celebraciones para recalcar la importancia que tienen éstos. Como dijese el escritor francés Marcel Prévost: “El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma ”.

El cimiento de la palabra "feria" se remonta al latín antiguo fesiae o festivitas que significaba dies festi (días festivos). Años más tarde, y con el desarrollo del idioma "latín semiculto y tardío", estos términos cambiaron para formar un vocablo muy parecido al que conocemos hoy, feriae. Igualmente, el significado etimológico de la palabra "libro" proviene del latín liber, expresión con que los romanos designaban la parte interior de la corteza de los árboles que usaban para escribir. Asimismo, una feria es un evento económico, social o cultural que puede estar establecido o ser temporal y que puede tener lugar en sede fija o desarrollarse de forma ambulante. Las ferias suelen estar dedicadas a un tema específico o tener un propósito común.

En el caso de nuestra Universidad Autónoma de Aguascalientes, en el mes de octubre se le rinde homenaje al libro por ser éste el vehículo más importante para adquirir conocimiento, sobre todo cuando se trata de una institución educativa y de formación de los futuros profesionistas que prestarán sus servicios en el estado, en la región, en el resto de nuestro país o en el extranjero. El pasado 7 de octubre se llevó a cabo la XII Feria del Libro, inaugurada por el rector Mario Andrade Cervantes, y que contó con más de 100 visitantes por hora en promedio.

Dentro de las ferias del libro que se han organizado en nuestra Institución, se ha invitado a literatos, físicos, historiadores, médicos, ingenieros, agrónomos y especialistas en cualquier ámbito del quehacer humano porque la curiosidad de saber y conocer está implícita en la inquietud de cada persona. Además, es una invitación a las editoriales para que nos ofrezcan todo tipo de volúmenes y para nosotros, los profesores, es una ayuda enorme con el fin de que podamos actualizar la bibliografía en los programas de las materias que impartimos; asimismo, para que las academias puedan tener la opción de incluir nuevos textos para que los profesores revisemos cuáles son pertinentes.

La Feria del Libro UAA es una oportunidad para que se lleven a cabo presentaciones de libros, talleres para niños, impartición de conferencias por escritores, así como inerpretaciones musicales y talleres de lectura.

El núcleo de una feria del libro es la escritura. Escribir es la escultura de la palabra, la ingeniería de la sintaxis, el diseño de metáforas y la medicina del alma; es la arquitectura de los textos con ladrillos hechos de sentimientos o conceptos, y con mezcla de imaginación. Pues como dijese Thomas Carlyle: “La verdadera universidad de hoy en día es una colección de libros”.

Los libros son la fuente del conocimiento si entendemos que la lectura de un buen libro es un diálogo incesante entre el libro que habla y el alma que contesta.¹ Siempre hay un emisor que quiere comunicarnos algo; el ciclo no se cierra si no existe el “otro” que atiende, lee y comprende lo que se le quiere comunicar. Por ello, hay que provocar la lectura porque es la única arma para encontrar el verdadero conocimiento y las ferias del libro son las fiestas en que se conjuntan los editores, los escritores y los receptores que están ávidos de conocer.

No hay que olvidar que: “El libro gobierna a los hombres y es el maestro del porvenir.”²