Poco a poco, los sistemas legales, políticos y económicos encontraron los cauces adecuados para agilizar dicho desarrollo y, eventualmente, el nuevo orden internacional que priorizaba la acumulación del capital quedó asentado en las conferencias de Bretton Woods (1944), donde los países más industrializados establecieron instituciones comerciales y financieras que regirían las políticas nacionales e internacionales hasta nuestros días. Aproximadamente allí inicia lo que ahora se denomina el Antropoceno² debido al aumento exponencial de la incidencia humana en todos los ámbitos terrestres. Los indicadores demuestran que a partir de ese momento de inflexión –potenciado posteriormente por las políticas neoliberales– crecieron dramáticamente los índices de población, producto interno bruto, uso de energía, utilización de fertilizantes, construcción de presas, consumo de agua y carne, producción de papel, aumento del transporte y telecomunicaciones, entre muchas otras, con sus respectivas repercusiones: aumento de dióxido de carbono, óxido nitroso, metano y ozono; aumento de la temperatura global; acidificación de los océanos; captura marina; desertificación, escasez de agua, y un largo y sostenido etcétera.³

Este número de Aguaardiente que con mucho gusto traemos a ustedes busca precisamente tocar tocar sus mentes, sus corazones y sus percepciones con la intención de generar una reflexión profunda sobre la responsabilidad que tenemos respecto de este hogar común que habitamos, llamado Tierra. Una responsabilidad que consiste no únicamente en las acciones ambientales que individualmente podamos realizar, sino incluso en las acciones sociales y comunitarias necesarias que van más allá para exigir a empresas y gobiernos, la determinación concreta y contundente de políticas, medidas y estrategias que contengan y reviertan el deterioro de nuestro planeta. Si bien se ha dicho que los trastornos no son aún irreversibles (quedan 12 años, según la ONU⁴), hoy ya no podemos experimentar. Resulta preciso actuar y a eso deseamos abonar.

Nuestro Dossier lo engalanan autores de primera talla como Patricia Melchor, quien nos sobrecoge con el tema de “Racionalidad humana frente al cambio climático”. Saúl Flores hurga en las entrañas del Derecho para definirlo como obstáculo o como instrumento para la prevención y/o solución de los conflictos en materia hídrica. Óscar Salvatore abunda en los determinantes que deben regir la investigación científica en un mundo sistémico complejo, alejado de la visión tradicional por parcelas. Jorge Luis Góngora aporta un fino análisis sobre la importancia de la participación comunitaria en la gestión de la seguridad urbana y el derecho a la ciudad desde el espacio público. Susana García busca concientizarnos sobre los métodos de producción de alimentos y de la influencia que tiene el consumidor en dichos procesos. Y, por último, Francisco Donlucas nos presenta un muy pertinente análisis sobre los procesos de producción de muebles de madera y su impacto actual.

Por otra parte, en Anforita encontramos a Fernando Salcedo con un esbozo de epistemología entre Descartes y Newton sobre las relaciones ónticas y epistémicas entre el hombre y el mundo. Miguel Ángel Valenzuela Shelley nos ofrece un amplio y atinado panorama sobre la evolución de la Web 2.0: el paso del Homo videns al Homo interretes. Y Manuel Alejandro Sánchez describe su experiencia y ofrece sinceros consejos para sobrevivir al posgrado...

Nuestra sección de Vanguardia presenta artículos de ciencia y tecnología aplicada en Aguascalientes a través de algunos Centros Públicos de Investigación, en temas tales como el Mapa de Riesgos y Sistema de Información para Fortalecer la Seguridad y la Capacidad de Respuesta en el estado de Aguascalientes; Monitoreo y Evaluación, un reto de la política social, y Cuentárboles: Censo General de Árboles en Aguascalientes.

En Poesía, Cuento y Galería, Juan Vizcaíno nos regala hermosas y admirables imágenes de su colección “Dr. Siniestro”. Héctor Guevara presenta una mirada fotográfica única del desierto de Wirykuta, como digno paisaje en resistencia. Y Stephani Félix nos ofrece su bello poema: “Espera”.

En nuestra sección de Reseñas, Carlos Alberto Hinojosa describe con gran precisión la ideología tras uno de los iconos cinematográficos más socorridos de nuestros tiempos: el agente 007. Jesús Armas nos habla de la película Pájaros de verano, sobre la estética de los fenómenos violentos. Yolanda Padilla Rangel reseña de manera interesante el libro de María Eugenia Patiño sobre las religiosas católicas en la ciudad de Aguascalientes. Airam Guevara nos introduce en el mundo de Virginia Wolf con su obra Una habitación propia. Stephani Segovia nos ofrece de nueva cuenta una muy interesante conversación con ambientalistas de Aguascalientes que actúan por el planeta en nuestra ciudad, en nuestra tierra y nuestro momento. Christian Haro nos remite al imaginario viajero del mundo teatral con una conversación con el maestro “Chón” y, por último, mas no por ello menos importante, el rector de esta casa de estudios, Francisco Javier Avelar, habla a los 1458 jóvenes graduados de esta Universidad y los invita a preguntarse no qué hará el país por ellos, sino qué pueden –y deben– hacer ellos por su país en estos momentos altamente convulsos y fascinantes.

Agradecemos, como siempre, su disposición y gusto por tomarse un buen trago de Aguaardiente con nosotros. Que lo disfruten mucho.